En el pequeño pueblo de Astoria, existía una leyenda que hablaba de un misterioso tren fantasma que aparecía solo a la medianoche. Decían que cada noche, cuando el reloj de la iglesia sonaba doce veces, un antiguo tren de vapor se materializaba en las vías abandonadas a las afueras del pueblo.

Cuentan que David, un niño curioso y valiente de Astoria, decidió averiguar si las historias sobre el tren fantasma eran reales. Armado con su linterna y su audaz espíritu, se aventuró a las vías abandonadas justo antes de la medianoche.

David esperó en la oscuridad, con su corazón latiendo fuerte en su pecho. Entonces, cuando el reloj de la iglesia empezó a sonar, ocurrió algo increíble. Un resplandor suave comenzó a iluminar las vías y, en un estruendo de vapor y metal, el tren fantasma apareció.

Era una visión impresionante. El tren, hecho de luces y sombras, parecía ser tanto una parte del pasado como del presente. A pesar de su apariencia fantasmal, David podía ver la belleza y la majestuosidad del antiguo tren de vapor.

Lleno de asombro, David se acercó al tren. Cuando puso su mano en la fría superficie metálica del tren, sintió una extraña sensación de calma y seguridad. De repente, las puertas del tren se abrieron y David, impulsado por la curiosidad, subió a bordo.

Dentro del tren, David descubrió que no estaba solo. El tren estaba lleno de sombras que, al igual que el tren, parecían ser tanto del pasado como del presente. Eran los espíritus de los antiguos pasajeros del tren, viajando a través del tiempo en su eterno viaje nocturno.

David pasó la noche en el tren fantasma, escuchando las historias de los espíritus y viajando a través de la historia de Astoria. Aprendió sobre los antiguos habitantes del pueblo, sobre su vida, sus esperanzas y sus sueños.

Cuando el sol comenzó a salir, el tren fantasma regresó a las vías abandonadas. David bajó del tren y vio cómo el tren fantasma se desvanecía con los primeros rayos del sol.

David nunca olvidará su viaje en el tren fantasma de medianoche. Aunque la gente del pueblo todavía habla del tren como una simple leyenda, David sabe la verdad. Sabe que el tren fantasma de medianoche es real y que, cada noche, realiza su eterno viaje a través del tiempo, llevando consigo las historias y los sueños del pasado.