El Búho Sabio y la Estrella Perdida

El Búho Sabio y la Estrella Perdida

El Búho Sabio y la Estrella Perdida

Cuento Infantil para Domir

El Búho Sabio y la Estrella Perdida

Hace mucho tiempo, en un espeso bosque donde la luna era la única guía de luz, vivía un búho de nombre Olaf. No era un búho común; sus plumas eran plateadas y sus ojos, dos luceros brillantes que parecían dos pequeñas lunas. Se decía que Olaf había vivido más de cien años y, por eso, era el más sabio del bosque.

Una noche, mientras Olaf se posaba en su rama favorita, notó que algo no estaba bien en el cielo. Una de las estrellas más brillantes había desaparecido. Inmediatamente, supo que algo grave debía haber sucedido.

Desde las sombras, una pequeña estrella descendió llorando. Era Estelar, la estrella más joven del cielo.

  • ¿Qué ocurre, pequeña estrella? – preguntó Olaf con voz suave.

  • Mi mamá, la estrella más brillante, ha sido secuestrada por el cuervo de las sombras. Quería su luz para iluminar su nido tenebroso – sollozó Estelar.

Olaf reflexionó un momento. Sabía que el cuervo de las sombras vivía en lo más alto de la Montaña Oscura, un lugar donde pocos se atrevían a entrar.

  • No te preocupes, Estelar. Con mi sabiduría y tu luz, juntos recuperaremos a tu mamá.

Guiados por la luz de Estelar, emprendieron el viaje hacia la Montaña Oscura. Durante su travesía, enfrentaron vientos helados y serpientes voladoras, pero con la inteligencia de Olaf y el brillo de Estelar, lograron superar todos los obstáculos.

Al llegar a la cima, encontraron el nido del cuervo, que brillaba intensamente con la luz de la madre estrella. Pero el cuervo de las sombras, al verlos, gritó:

  • ¡Esta estrella es mía! Su luz me pertenece.

Olaf, con su voz calmada y sabia, respondió:

  • No puedes robar la luz de otros para iluminar tu oscuridad. Debes encontrar tu propia luz.

El cuervo, confundido, miró a Olaf. Estelar, tomando valentía, agregó:

  • Todos tenemos una luz interna, solo debes encontrar la tuya.

El cuervo soltó una lágrima y, en ese momento, su cuerpo comenzó a brillar con una luz propia. Había encontrado su luz interna. Devolvió a la madre estrella y juntos, los tres, regresaron al bosque.

Desde esa noche, en el bosque, siempre brillaron una estrella más y un cuervo luminoso. Y Olaf, desde su rama, observaba con satisfacción, recordando que todos, con ayuda y amor, podemos encontrar nuestra propia luz.

Y así, cada vez que mires al cielo y veas brillar a las estrellas, recuerda la valentía de Estelar, la sabiduría de Olaf y la transformación del cuervo, y ten presente que siempre hay una luz esperando ser descubierta en ti.

Preguntas sobre el Cuento de Compresión Lectora

1. ¿Cómo se llama el búho protagonista del cuento?

2. ¿Qué había desaparecido del cielo?

3. ¿Quién había secuestrado a la estrella brillante?

4. ¿Dónde vivía el cuervo de las sombras?

5. Al final del cuento, ¿qué animal comenzó a brillar con luz propia además de las estrellas?

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