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El Carruaje de la Noche
hace 1 año · Actualizado hace 1 año
El Carruaje de la Noche
CUENTO INFANTIL PARA DORMIR
Era una vez un carruaje que viajaba cada noche por el firmamento estrellado. Este no era un carruaje común y corriente, era el Carruaje de la Noche, tirado por dos corceles mágicos de plata brillante. Con su paso lento y elegante, iba extendiendo el manto oscuro de la noche por todo el mundo.
El carruaje era dirigido por Luna, una hermosa dama vestida con un vestido plateado que resplandecía bajo el cielo estrellado. Su trabajo era muy importante, tenía que asegurarse de que la noche llegara a tiempo para que todos pudieran descansar y soñar.
Una noche, mientras Luna conducía su carruaje, notó algo extraño. No muy lejos, en la Tierra, vio a un niño llamado Pablo que todavía estaba despierto. Pablo estaba en su habitación, jugando con sus juguetes, completamente ajeno al paso del carruaje por encima de su casa.
Luna decidió bajar a ver a Pablo. Desmontó de su carruaje y descendió, su figura resplandeciente se desvaneció en una suave luz a medida que se acercaba a la Tierra.
Luna encontró a Pablo jugando con sus trenes. El niño la miró con sorpresa, nunca antes había visto a una dama tan hermosa y resplandeciente.
—¿Quién eres? —preguntó el niño con ojos muy abiertos.
—Soy Luna, la conductora del Carruaje de la Noche. Estoy aquí para llevar la noche al mundo, pero te he visto despierto y decidí visitarte —le explicó Luna.
Pablo, aunque sorprendido, no sintió miedo. En cambio, sintió una calma y tranquilidad que nunca antes había experimentado.
—¿Por qué aún estás despierto, Pablo? —preguntó Luna con dulzura.
—No puedo dormir. A veces, tengo demasiadas cosas en mi cabeza y no puedo descansar —respondió el niño, pareciendo un poco triste.
Luna sonrió con comprensión y le contó a Pablo sobre su carruaje y cómo ayudaba a las personas a tener dulces sueños al conducir la noche por el cielo. Luego, le prometió a Pablo que si se acostaba y cerraba los ojos, ella enviaría sueños tranquilos y felices para él.
Confiando en las palabras de Luna, Pablo se metió en su cama, cerró los ojos y se durmió. Luna, contenta de haber ayudado, regresó a su carruaje y continuó su viaje, extendiendo sueños dulces y tranquilidad mientras el Carruaje de la Noche seguía su camino.
Y así, cada noche, cuando Pablo veía el resplandor suave en su ventana, sabía que era Luna con su carruaje, y se acostaba a dormir tranquilo, esperando los sueños dulces que le traería la noche. Desde esa noche, Pablo nunca más tuvo problemas para dormir, y cada noche soñaba con maravillosas aventuras en el cielo estrellado, a bordo del Carruaje de la Noche.
Y mientras el mundo dormía, el carruaje de Luna seguía su camino, extendiendo el manto oscuro de la noche y llevando dulces sueños a niños como Pablo en todo el mundo.
A veces, en las noches despejadas, si prestabas atención, podías ver a lo lejos el suave brillo del Carruaje de la Noche. Algunos decían que si haces un deseo a Luna mientras pasa con su carruaje, ella escuchará tu deseo y quizás, solo quizás, se cumpla.
Y aunque Pablo creció, nunca olvidó a Luna y su Carruaje de la Noche. Incluso de adulto, siempre se tomó un momento antes de dormir para mirar por la ventana y buscar en el cielo la luz suave del carruaje. A veces, juraba que podía ver a Luna sonriendo y saludándole desde lo alto.
La historia del Carruaje de la Noche se transmitió de generación en generación, y todos los niños que escuchaban esta historia se acostaban esperando ver a Luna y sus caballos mágicos en el cielo. Y aunque no todos podían verla, todos dormían tranquilos y tenían dulces sueños, sabiendo que Luna y su Carruaje de la Noche estaban cuidándolos mientras dormían.
Así, cada noche, mientras el mundo se adentraba en sueños, el Carruaje de la Noche recorría el cielo estrellado, llevando paz y tranquilidad, y asegurándose de que cada niño en el mundo tuviera dulces sueños.
Y Luna, la hermosa conductora, siempre vigilante, continuaba su viaje noche tras noche, con una sonrisa en su rostro y el amor por su importante tarea en su corazón. Porque ella sabía que, aunque su trabajo era extenuante, era fundamental para asegurar el descanso y los sueños de los niños de todo el mundo.
Y así, el Carruaje de la Noche se convirtió en un símbolo de calma y tranquilidad, una promesa de dulces sueños para todos los que lo veían pasar. Y aunque la noche es oscura, siempre está llena de maravillas, gracias al amor y la dedicación de Luna y su maravilloso Carruaje de la Noche.
Preguntas del cuento para dormir de compresión lectora
1. ¿Quién es la conductora del Carruaje de la Noche?
2. ¿Qué lleva el Carruaje de la Noche?
3. ¿Qué sucede si haces un deseo al Carruaje de la Noche?
4. ¿Qué pasa si no puedes ver el Carruaje de la Noche?
5. ¿Por qué Luna sigue conduciendo el Carruaje de la Noche?
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