El Carrusel Encantado

El Carrusel Encantado

El Carrusel Encantado

CUENTO DE TERROR INFANTIL

El Carrusel Encantado

Hace muchos años, en un tranquilo pueblo rodeado de verdes prados, se levantaba un viejo parque de atracciones. Aunque su gloria había pasado hace tiempo, aún quedaba una atracción que parecía retener un pedazo de su pasado esplendor: un magnífico carrusel.

El carrusel, con su pintura descascarada y sus luces parpadeantes, parecía un relicario de recuerdos felices. Los niños del pueblo a menudo se deslizaban dentro del parque cerrado para dar una vuelta en los caballos de madera. Pero el carrusel guardaba un secreto.

Cada noche, a la medianoche en punto, el carrusel cobraba vida por sí solo. Los caballos de madera, con ojos brillantes y crines que parecían moverse con el viento, empezaban a girar al ritmo de una música que parecía venir de ninguna parte.

Un día, un niño llamado Hugo decidió quedarse en el parque hasta tarde, desafiando las advertencias de sus amigos. Quería ver con sus propios ojos el carrusel encantado. Así que, escondido entre los arbustos, esperó a que diera la medianoche.

Cuando el carrusel empezó a moverse, Hugo quedó atónito. Los caballos relucían bajo la luz de la luna, y la música, aunque un tanto espeluznante, tenía un tono alegre. Sin pensarlo dos veces, Hugo saltó de su escondite y se acercó al carrusel.

Los caballos giraban cada vez más rápido, y la música se volvía más y más intensa. Con un rápido movimiento, Hugo saltó y se subió a uno de los caballos. De repente, todo se quedó en silencio. Los caballos dejaron de moverse, y la música se detuvo.

Entonces, los ojos de los caballos comenzaron a brillar intensamente, y las luces del carrusel parpadearon con un brillo cegador. Cuando la luz se apagó, Hugo ya no estaba en el viejo parque de atracciones, sino en un hermoso bosque encantado.

Hugo pasó la noche explorando el bosque, encontrándose con criaturas mágicas y viviendo aventuras más allá de sus sueños más salvajes. Cuando el amanecer comenzó a iluminar el cielo, el carrusel reapareció.

Con una sonrisa de felicidad, Hugo saltó de vuelta al carrusel. Tan pronto como sus pies tocaron el suelo del carrusel, todo se desvaneció, y se encontró de nuevo en el viejo parque de atracciones.

Desde aquel día, cada noche a medianoche, Hugo visitaba el carrusel encantado. Aunque el carrusel podía parecer espeluznante para algunos, para Hugo, era una puerta a un mundo de aventuras y maravillas, su propio cuento de terror encantado.

Preguntas sobre el libro de compresión lectora

1. ¿Dónde estaba el carrusel encantado?





2. ¿A qué hora cobraba vida el carrusel?





3. ¿Cómo se llama el niño que se subió al carrusel?





4. ¿A dónde fue transportado Hugo cuando se subió al carrusel?





5. ¿Qué le sucedió a Hugo cuando sus pies tocaron el suelo del carrusel?





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