El espejo de los sueños perdidos

El espejo de los sueños perdidos
El espejo de los sueños perdidos

Había una vez una pequeña ciudad en la que vivía una niña llamada Ana. Ana era conocida en la ciudad por su amabilidad y por su capacidad para soñar con las cosas más maravillosas. Pero un día, Ana dejó de soñar. Cada noche, se acostaba y despertaba al día siguiente sin recordar ningún sueño.

El padre de Ana era el dueño de una antigua tienda de antigüedades. Un día, mientras Ana estaba ayudando a su padre a limpiar el almacén, encontró un viejo espejo cubierto de polvo. Era un espejo hermoso, con un marco tallado con imágenes de nubes y estrellas. Algo en él le llamó la atención y decidió colgarlo en su habitación.

Aquella noche, Ana se fue a la cama como de costumbre, pero al mirar el espejo antes de apagar la luz, algo extraño sucedió. El espejo comenzó a brillar con una luz suave y en él apareció una imagen. Ana vio un hermoso prado lleno de flores, justo como el que solía soñar cuando era más pequeña. Fascinada, Ana se acercó al espejo y, para su asombro, su mano pasó a través de él. Sin pensarlo dos veces, Ana entró en el espejo.

Encontró que el espejo la había llevado a un mundo de sueños, un lugar mágico donde todos los sueños perdidos iban a parar. Allí, Ana vio no sólo sus propios sueños, sino los sueños de todo el mundo. Había sueños felices, sueños tristes, sueños emocionantes y sueños pacíficos, todos juntos en una hermosa mezcla de luz y color.

Ana pasó por este mundo, recuperando todos sus sueños perdidos y prometiendo nunca olvidarlos de nuevo. Y a medida que recuperaba sus sueños, comenzó a darse cuenta de algo. Los sueños no eran sólo fantasías, sino una parte de quién era. Le mostraban lo que amaba, lo que le importaba y lo que deseaba ser.

Desde aquel día, Ana nunca dejó de soñar. Cada noche, visitaba el espejo y exploraba el mundo de los sueños. Y cada mañana, despertaba con la memoria de sus sueños fresca en su mente, lista para enfrentar el nuevo día.

Y así, Ana aprendió que no importa cuántas veces nuestros sueños se pierdan o se olviden, siempre están ahí, esperando a que los encontremos y los hagamos realidad. Porque, al final, somos lo que soñamos.

FIN

Preguntas de compresión lectora del cuento el espejo de los sueños perdidos

1. ¿Cómo se llama la protagonista de la historia?

Maria
Ana
Marta

2. ¿Qué encontró Ana en la tienda de antigüedades de su padre?

Un viejo reloj
Un espejo antiguo
Un mapa antiguo

3. ¿A dónde la llevó el espejo?

A un castillo encantado
A un mundo de sueños
A un bosque mágico

4. ¿Qué hizo Ana en el mundo de los sueños?

Luchó contra un dragón
Recuperó sus sueños perdidos
Encontró un tesoro

5. ¿Qué aprendió Ana de sus viajes al mundo de los sueños?

Aprendió a volar
Aprendió que los sueños son una parte importante de quién es
Aprendió a hablar con los animales

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